La crisis ha puesto en jaque a muchas familias que hace apenas unos meses eran consideradas de clase media y que se ven abocadas a reclamar ayuda para cubrir sus necesidades básicas. Las organizaciones de ayuda están desbordadas por el aumento de las peticiones y, lo que es más preocupante, no ven que la situación haya tocado fondo. Los bancos de alimentos de la Comunidad Valenciana, de hecho, han visto crecer la demanda un 50%, según explicó ayer Juan Vicente Peral, vicepresidente del Banco de Alimentos de Alicante. Demanda que reparten a través de las entidades benéficas.
La necesidad de captar más medios -económicos, de alimentos y de voluntarios- centrará la asamblea de la Federación Española de Bancos de Alimentos que se celebra hasta mañana en Alicante. Peral destacó que durante el primer trimestre en la provincia de Alicante se ha controlado "el desbordamiento" porlas donaciones de empresas, pero el temor es que la demanda siga creciendo.
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